La pasada elección federal para presidente de la república en México fue concurrida por el 63.3% del padrón electoral –según cifras del IFE-, por un lado, ese porcentaje de concurrencia a las urnas lo ocasionó una campaña exitosa en redes sociales y a nivel territorio de Andrés Manuel López Obrador, a pesar de no contar con la misma oportunidad en medios masivos de difusión – a pesar de que el seguimiento de la UNAM no fue tan exhaustivo- de programar sus spots mismos que en algunas ocasiones no programaban en horarios estelares.
La otra parte de esta historia la encontramos en el escándalo MONEX, mismo que hasta hoy la autoridad correspondiente nunca ha emitido alguna respuesta contundente con el fin de investigar el caso e ir a fondo en el caso, ya vimos como el PRI no quiere que se le dé seguimiento y ya en Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones mencionó que no se creará la comisión respectiva para investigar estos hechos, que fueron los que en verdad influyeron en que la elección fuera adversa para el ala progresista de la izquierda representada en AMLO. Ante tal escenario, una vez más la oportunidad de probar con un gobierno distinto no solo por las siglas partidarias, si no también por el tipo de acciones y políticas púbicas que se realizarían en beneficio de millones de mexicanos que han perdido la ilusión en vivir el cambio de su entorno y de sus circunstancias se esfumó. Es cierto que una elección se gana con votos y también con dinero, ya que el PRI nos volvió a dar una enseñanza de lo que ha podido hacer y construir con su maquinaria que arrasa elecciones.
Más allá de ello, lo que podemos ahora ver o esperar es que el gobierno del PRI se encuentra con varios problemas que deja el gobierno de Calderón: 1) La ola de violencia ocasionada por la “guerra” que declaró, 2) La crisis de legitimidad en la que se encuentra la llegada de EPN a la presidencia, 3) La crisis y posible conflicto que habrá entre la clase trabajadora, los patrones. El gobierno y los legisladores si es que es aprobada la Reforma Laboral, reforma que es contra reforma y que es regresiva y una agresión más para la ciudadanía., 4) el escenario de crisis económica internacional producto de las políticas económicas impuestas por el Banco Mundial y los países del G-8, 5) La Reforma a la Ley Electoral que se espera después de lo que vivimos en las elecciones de Julio pasado y 6) el papel del movimiento social #YoSoy132.
Sin duda, el PRI tiene una responsabilidad muy grande en estos temas, mismos que deberá resolver de una manera que no está acostumbrado: con democracia, transparencia y rendición de cuentas, además con visión de Estado y viendo hacia la gente, cosa que dudamos, puesto que ante los movimientos sociales solo ha respondido con violencia, ante la Reforma Laboral ha acelerado su aprobación y sin modificar los apartados que perjudican a la masa de trabajadores –obreros y empleados-.
Si el Partido Revolucionario Institucional hubiese ganado como dicen que ganó, no estaría en una campaña abierta de legitimidad en medios de difusión, mismos que los ayudaron –ya sea de voluntad, que no creo, o vendiéndose- a ganar la elección y mucho menos estaría el llamado a “todas las fuerzas políticas a trabajar por México” y de no investigar el caso MONEX hasta sus ultimas consecuencias ya hasta los observadores internacionales que vinieron a nuestro país a ser testigos de el proceso electoral, han señalado que hubo omisiones y actos negativos que se concatenaron en favor del candidato presidencial del PRI, pero eso no lo quieren aceptar ni el IFE, ni el TRIFE y mucho menos el duopolio televisivo.
México espera un escenario no muy agradable después de los miles de muertos por la violencia, a ello se van a sumar los elementos que señalábamos más arriba y sobre todo la movilización social en pro de una mayor apertura democrática y donde además surgirán situaciones de riesgo de la seguridad nacional por el abandono en que esta la sociedad mexicana y sus principales problemas que se suman a la inseguridad: hambre, desempleo, movilización y si no hacen algo los políticos por rescatar la política y lo que en verdad significa, viviremos cosas que a nadie gustarán pero será necesario para el cambio político.
La otra parte de esta historia la encontramos en el escándalo MONEX, mismo que hasta hoy la autoridad correspondiente nunca ha emitido alguna respuesta contundente con el fin de investigar el caso e ir a fondo en el caso, ya vimos como el PRI no quiere que se le dé seguimiento y ya en Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones mencionó que no se creará la comisión respectiva para investigar estos hechos, que fueron los que en verdad influyeron en que la elección fuera adversa para el ala progresista de la izquierda representada en AMLO. Ante tal escenario, una vez más la oportunidad de probar con un gobierno distinto no solo por las siglas partidarias, si no también por el tipo de acciones y políticas púbicas que se realizarían en beneficio de millones de mexicanos que han perdido la ilusión en vivir el cambio de su entorno y de sus circunstancias se esfumó. Es cierto que una elección se gana con votos y también con dinero, ya que el PRI nos volvió a dar una enseñanza de lo que ha podido hacer y construir con su maquinaria que arrasa elecciones.
Más allá de ello, lo que podemos ahora ver o esperar es que el gobierno del PRI se encuentra con varios problemas que deja el gobierno de Calderón: 1) La ola de violencia ocasionada por la “guerra” que declaró, 2) La crisis de legitimidad en la que se encuentra la llegada de EPN a la presidencia, 3) La crisis y posible conflicto que habrá entre la clase trabajadora, los patrones. El gobierno y los legisladores si es que es aprobada la Reforma Laboral, reforma que es contra reforma y que es regresiva y una agresión más para la ciudadanía., 4) el escenario de crisis económica internacional producto de las políticas económicas impuestas por el Banco Mundial y los países del G-8, 5) La Reforma a la Ley Electoral que se espera después de lo que vivimos en las elecciones de Julio pasado y 6) el papel del movimiento social #YoSoy132.
Sin duda, el PRI tiene una responsabilidad muy grande en estos temas, mismos que deberá resolver de una manera que no está acostumbrado: con democracia, transparencia y rendición de cuentas, además con visión de Estado y viendo hacia la gente, cosa que dudamos, puesto que ante los movimientos sociales solo ha respondido con violencia, ante la Reforma Laboral ha acelerado su aprobación y sin modificar los apartados que perjudican a la masa de trabajadores –obreros y empleados-.
Si el Partido Revolucionario Institucional hubiese ganado como dicen que ganó, no estaría en una campaña abierta de legitimidad en medios de difusión, mismos que los ayudaron –ya sea de voluntad, que no creo, o vendiéndose- a ganar la elección y mucho menos estaría el llamado a “todas las fuerzas políticas a trabajar por México” y de no investigar el caso MONEX hasta sus ultimas consecuencias ya hasta los observadores internacionales que vinieron a nuestro país a ser testigos de el proceso electoral, han señalado que hubo omisiones y actos negativos que se concatenaron en favor del candidato presidencial del PRI, pero eso no lo quieren aceptar ni el IFE, ni el TRIFE y mucho menos el duopolio televisivo.
México espera un escenario no muy agradable después de los miles de muertos por la violencia, a ello se van a sumar los elementos que señalábamos más arriba y sobre todo la movilización social en pro de una mayor apertura democrática y donde además surgirán situaciones de riesgo de la seguridad nacional por el abandono en que esta la sociedad mexicana y sus principales problemas que se suman a la inseguridad: hambre, desempleo, movilización y si no hacen algo los políticos por rescatar la política y lo que en verdad significa, viviremos cosas que a nadie gustarán pero será necesario para el cambio político.
Luis Reyes.
