A unos meses
de que termine la administración del panista Pedro Rodríguez Villegas al frente
del municipio de Atizapán de Zaragoza, van saliendo a la luz lo turbio de su gestión
como presidente municipal y los servicios que no ofreció o que exacerbó con tal
de generar más recursos económicos para su beneficio y el de sus más allegados,
incluidos familiares.
Si tuviésemos que calificar su
gestión con una sola palabra, la que le quedaría bien sería que su gobierno
fue: populista. Y quizá se preguntará el amable lector porqué; bien pues
procedemos a mencionarles la razón. Y es que a lo largo de su encargo
constitucional, a lo que se dedicó este empresario venido de la zona esmeralda
del municipio, fue a traer y llevar un mensaje de que él representaba un
gobierno ciudadano y como a los ciudadanos les gusta el circo ya que el pan ese
lo comemos a diario, nos traía espectáculos artísticos –ya que arte también es
el que se crea en lo mainstream- de diversa índole, campeonatos deportivos,
ferias, nos vendía viajes, se paseaba por las iglesias católicas de ciertas
colonias –ahí donde el poder político también depende de líderes religiosos y
que al mismo tiempo van en contra de lo que marca nuestra carta magna-; una y
otra vez, haciendo muestra de su “compromiso ciudadano”, para él lo ciudadano
significa distraerlos con lo que quieren y qué quieren? Solo espectáculos que
no pueden ir a ver a otros lugares, llenar al ciudadano atizapense de lo que
quizá jamás van a poder disfrutar por ellos mismos, la extensión de un poco de
la fábrica de sueños al estilo televisa.
Pedro Rodríguez no escucha a vecinos afectados |
Tras de sí deja huecos en
seguridad pública, quizá insalvables por el nivel de los crímenes y la magnitud
de la respuesta, en cuanto a las respuestas a demandas de los habitantes del
municipio, queda a deber ya que contrario a querer ayudar, comenzó una política
de diferencia de predios, misma que hasta es y fue vigilada por satélite, lo
que le hizo al ciudadano promedio pagar más; el abasto de agua, no fue lo
mejor, ya que las quejas estaban y siguen al por mayor, un servicio ineficiente
y muy caro; baste un caso en el que se cobraba mucho por el servicio a una
persona que solo usa su casa como dormitorio. Quizá uno de los males más
grandes lo encontramos en la zona donde se ubicaba el club hípico, donde hoy se
construye el predio “Hípico la hacienda”; mismo que ocasionó que en meses
pasados vecinos de colonias como San Miguel Xochimanga, San Mateo Tecoloapan, Las
Peñitas, San Antonio Pocitos, La Margarita Maza, entre otras se manifestaran en
contra de la construcción del mismo; inmueble que a decir de funcionarios que
han omitido dar su nombre por temor a represalias, sería propiedad del mismo
presidente de la república –ello no ha sido probado aun fehacientemente-. En
este tema el gobierno municipal ha tapizado las calles y avenidas principales
de la colonia más afectada por la construcción referida, San Miguel Xochimanga,
en los gallardetes se comunica a los habitantes que el gobierno municipal no ha
otorgado ningún permiso a la obra que quizá lleve poco más del 50% a construido
y que a pesar de la oposición y del bloqueo de los vecinos para ser escuchados,
la obra sigue avanzando en construcción y transformación del terreno. Por otro
lado, como respuesta los dueños de dicho predio lanzaron una contracampaña
donde exhiben que el permiso está otorgado y que o hay ningún problema, pues el
edil lo autorizó. La pregunta es entonces: ¿quién dice la verdad? ¿Será que
Pedro Rodríguez pretende evitar un escándalo que lo pueda incluir en un asunto
tan turbio que quisiera evitar que se le abra una investigación como al ex edil
de Naucalpan y eludir ir a algún reclusorio?
Construcción cuestionada |
Otro asunto igual de importante y
por el que se le ha señalado es por el aumento en su propio sueldo y el de los
regidores, donde su salario paso de 60 mil pesos al mes a ganar 98 mil pesos al
mensuales, un asunto que prefiere no hablar al ser cuestionado por reporteros y
negando toda entrevista a los medios locales como a los nacionales; ¿dónde
quedó entonces ese edil que llegó con la bandera del gobierno ciudadano? ¿Por qué
no explica y da cuenta a cada uno de los problemas que le aquejan al faltarle
pocos meses para irse? Son 41 millones de pesos que la federación aumento al
municipio, mismos que según el documento de la cuenta pública se destinaron a
sueldos, aguinaldos, compensaciones y otros gastos personales.
Quizá todo esto es parte del
fuego amigo que le regresa como bumerang después de desconocer a su gran aliada
política, misma que le ayudó en la competencia por la candidatura interna del
PAN local y que después lo ayudo al triunfo de la presidencia municipal, Ana
Balderas Trejo. Hoy Pedro Rodríguez está viviendo una crisis de poder político,
de liderazgo y sobre todo moral, que no puede esconder tampoco el buscar dejar
antes de irse de la presidencia, sindicalizados a varios de sus amigos y
familiares, mismos que serían casi intocables ante cualquier administración que
venga en el futuro.
Además de lo anterior dicho,
ahora el edil quiere competir por la presidencia del partido a nivel estatal,
quizá ya se le olvido que él mismo quería cambiar de partido y que ayudó en la
contienda municipal para hacer ganar a Silvia Márquez y no a su compañera de
partido, Balderas Trejo.
¿Qué pensarán los militantes
panistas que lo apoyaron y a los que sacó de su administración por cumplir sus
compromisos con otros partidos y por amiguismo? ¿Saldrán más videos que
incriminen a funcionarios como el de SAPASA?
En estos meses lo sabremos.
El poder no cambia a las
personas, simplemente nos muestra lo que en verdad son.
Luis Reyes analista y asesor en comunicación política.