*Habitantes de San Francisco Magú precisaron que el gobierno del PRI quiere quitarles por completo el uso de la lengua otomí, “nos discrimina diciendo que somos indígenas, nos dicen que usamos taparrabos, que dejemos de cocinar con leña, ellos quieren que se desaparezcan los usos y costumbres que por siglos existen en Magú y quieren cobrarnos impuestos, cuando esos impuestos ya están pagados en monedas de oro desde la época virreinal”, aseguran los pobladores que dicen tener un pergamino con el decreto virreinal.
NICOLÁS ROMERO, Méx.- Los ediles del PRI y PAN, encabezados por la alcaldesa Angelina Carreño Mijares, quiere desaparecer la cultura y la historia de los pueblos originarios de este municipio, ya que en el poblado otomí de San Francisco Magú los habitantes están sometidos a un hostigamiento gubernamental.
Así lo denunciaron habitantes de San Francisco Magú, en Nicolás Romero, quienes precisaron que el gobierno del PRI quiere quitarles por completo el uso de la lengua otomí, “nos discrimina diciendo que somos indígenas, nos dicen que usamos taparrabos, que dejemos de cocinar con leña, ellos quieren que se desaparezcan los usos y costumbres que por siglos existen en Magú”, afirman habitantes quienes se niegan a dar sus nombres “ante el clima de represión que ha impuesto el gobierno del PRI”, aseguran.
Asimismo, los oriundos de este pueblo otomí, en Nicolás Romero, aseguran que otra forma de discriminación y acoso por parte del gobierno del PRI es la falta de construcción de obra pública a favor de la comunidad, “la respuesta de Angelina Carreña fue que Magú no aporta nada y por eso el gobierno no le da servicios ni obras”, aseguran.
Entrevistados por este reportero, habitantes de San Francisco Magú aseguraron que el gobierno de Angelina Carreño quiere desaparecer las escrituras virreinales donde se les exenta del pago de impuestos; “el gobierno del PRI quiere que paguemos impuestos de predial, agua, y otros, pero desde la época virreinal el Virrey Juan Antonio de Bizarrón Cisneros dejó pagados nuestros impuestos con costales en monedas de oro, tenemos en la comunidad el pergamino y hay otro en el Archivo General de la Nación y en el Museo Catalán de España”, precisaron.
“Benito Juárez lo metió como Decreto Presidencial (la exención de pago de impuestos) y por eso defendemos nuestros derechos y nuestra lengua otomí, pero los actuales gobiernos del PRI quieren que seamos españoles y que desaparezcan nuestros usos y costumbres, que olvidemos nuestra historia, ellos nos marginan al dejarnos sin apoyos ni obra pública, por eso vamos a defender nuestro pueblo con palos y machetes”, aseguran habitantes de San Francisco Magú.
Cabe destacar que San Francisco Magú es un poblado otomí gobernado por usos y costumbres, un régimen del Estado mexicano que respalda la autonomía de las comunidades indígenas. Aunque no se tiene un número exacto de personas que hablan el otomí en esta comunidad, estadísticas del gobierno del Estado de México señalan que podrían ascender a más de 10 mil personas –en diversas comunidades- que hablan alguna lengua indígena.
El poder se implementa por cuatro vías: La delegación se encarga de validar las escrituras de los terrenos, ya que al no pagar impuestos sobre la propiedad ni la renta, los documentos notariales no son considerados. El Consejo de Participación Ciudadana recauda "el peso", la contribución comunitaria para las obras públicas y organiza las faenas, acciones colectivas para atender los problemas del pueblo. Ambos se eligen en votaciones cada tres años. Un comisariado ejidal y una junta que regula el suministro de agua, cuyo pago se fija en cuotas asamblearias, completan el cuadro de autoridades.
Existen diversas versiones del mítico “pueblo mexicano que no paga impuestos”, entre ellas las que afirman que el virrey Juan Antonio de Vizarrón, quien gobernó de 1734 a 1740, otorgó la concesión tras ser acusado de traición por la Corona española. Por otra parte, es la versión del Cronista Municipal Gilberto Vargas Araba que señala que otra hipótesis es que fue el virrey Juan Francisco de Güemes y Horcasitas, que estuvo en el poder entre 1746 y 1754. Otra posibilidad, citada por el historiador, es que un hacendado haya llegado a un acuerdo con el Virreinato para asumir el pago del tributo como agradecimiento a la fidelidad de los pobladores. Mítico o no, el documento no es público, la población beneficiada no lo muestra y las autoridades desconocen el famoso pergamino virreinal. Aun así, la defensa de los usos y costumbres en San Francisco Magú “se hace y se hará con palos y machetes de ser necesario”, advierten los pobladores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario