miércoles, 21 de julio de 2010

IN MEMORIAM

Durante unos años de mi vida siempre especule y pensé acerca de lo que podía ser la muerte, la veía en otras personas, en la televisión, en las revistas, en los periódicos y en varias otras partes. Sin embargo yo pensaba que mis días de estudioso de las filosofías orientales como el tao y el chi, me podían haber preparado para el proceso de enfrentar la muerte, ya sea la propia o la de algún ser querido.
El pasado 5 de julio de 2010 a la edad de 86 años, mi padre dejo de existir en este mundo y a pesar de lo ya mencionado no pude verlo de otra manera, de la manera que según yo estaba preparado, lo vi desde el dolor en carne propia y en familia de lo que significa perder a un ser tan querido; me dolió muchísimo y llore, aún lloro pues no es tan sencillo.. quizá hay veces que la racionalidad me acompaña y me dice que mi padre efectivamente esta en otro lugar mejor que esta tierra a la que venimos por un tiempo; la otra parte, la afectiva me asalta en las noches y en ciertos momentos del día, cuando recuerdo a mi padre y sus pláticas, sus enseñanzas, sus consejos y hablando en términos intelectuales, de la historia viva que fue mi papá acerca de los campesinos, de la siembra, de su andar por los lares ejidales y la explotación de la que fue victima, las humillaciones y en ocasiones las situaciones chuscas en las cuales se vio envuelto o a las cuales le tocó con su palomilla campesina o de la fábrica de asbestos en la que trabajó por 26 años de su vida; todo ello viene a mi y me hace llorar, pero también me hace reflexionar sobre mi propia vida y sobre la ayuda que otras personas necesitan, las personas que como él han dado mucho, muchísimo al país y cómo las autoridades no les hacen un reconocimiento público a todos esos campesinos que han dejado su vida en el mismo campo que cuidan y la ayuda que le dieron al país por mucho tiempo – aún hoy se les puede ver en los lugares donde la tan anhelada civilización no ha llegado y que se ve como panacea, la cual es solo idealismo de la modernidad- y que heredamos pero no ya con amor, ni como compromiso, sino como un accesorio más de la historia familiar.
También viene a mi la reflexión acerca de que hay muchas personas que desdeñan a la gente de la tercera edad o adultos mayores, muchas veces sin caer en la cuenta de que todos en algún momento llegaremos a ser viejos a pesar de contar con fórmulas “milagrosas” de la eterna juventud, que tendremos alguna enfermedad provocada por excesos en comida, en el uso de nuestro cuerpo y un largo etcétera, pero también la enfermedad nos puede llegar externamente o tenemos latente la conciencia de que la muerte nos puede llegar en cualquier lugar en donde estemos; independientemente de la clase social a la que pertenezcamos o la ideología que tengamos o el credo religioso que profesemos; porque así mismo la reflexión va en el sentido de valorar lo que tenemos y que debemos siempre simple y llanamente VIVIR la vida, estar alegres, ser arriesgados, permitirnos lo mejor de la vida, conservando el eje fundamental de la moral social para no sentir culpa o remordimiento más adelante o en el lecho de muerte. Quizá lo que expongo pueda parecer en la praxis algo no imposible, pero sí complicado, ya que los contextos en que nos desenvolvemos cambian según nuestro rol; sin embargo creo que se puede y eso depende de la actitud que tengamos ante nuestra propia vida.
La reflexión sobre la muerte y la vejez va más allá de estas palabras, ya que también falta hacer un diagnostico acerca de las condiciones y el nivel de vida de una persona mayor o anciana, en el sentido de lo que debiera hacer el sistema económico y político para hacer que cuando uno llegue a una edad mayor tenga garantizada la vida digna, la felicidad, la salud y el trabajo; dado que en este país uno de los muchos sectores desprotegidos es el de los adultos mayores.
Mi padre llevó en vida el nombre de Candido Reyes Sánchez y fue , es y seguirá siendo el mejor padre del mundo, sirvan estas palabras como un pequeño homenaje a mi papá y también para que reflexionemos una vez más acerca de lo que falta por hacer, tanto políticamente, como socialmente y al interior de nuestras familias, con nosotros mismos….

Pá, descansa en paz y donde estés sabemos que estas muy bien y que siempre estas con nosotros, ojala podamos platicar de cómo es allá. Te amamos, en recuerdo de tu esposa e hijos!


Luis Enrique Reyes Elivar.

2 de Octubre No Se Olvida

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