El consumo del Siglo XX

Si en el inicio del capitalismo lo importante era la producción y la generación de plusvalor, hoy en día con la globalidad lo que más importa es el consumo.

En esa vertiente y para efectos de lo que se nos pide a los candidatos al puesto de analista cualitativo, me referiré al consumo, no desde el análisis-critico desde una teoría; sino desde su importancia en la vida social actual y la incidencia o importancia de empresas dedicadas a la investigación de mercados.

Sin duda alguna, en todo el siglo XX el consumo pasó a ser lo más importante de la sociedad capitalista global y ello por la misma dinámica social hacia el progreso y el desarrollo material, mismo que se refleja en la economía de todos. Tal es así que las relaciones sociales se han vuelto cada vez más utilitarias – en el sentido de usar al otro- , frívolas y pasajeras. Todo ello provocado por los medios de comunicación masiva y su desarrollo, los cuales sin duda son el eje fundamental de la sociedad moderna y de donde salen nuestros gustos, nuestros deseos, nuestros sueños, nuestras esperanzas, nuestras aspiraciones, nuestras opciones cuando tenemos tiempo de “ocio”.

Y con todo lo anterior, también; el desarrollo y la perfección de técnicas y métodos para estudiar, analizar, comprender y en cierto sentido persuadir al que compra –comprar no abarca solo intercambiar dinero por alguna cosa, uno se puede “vender” para encontrar un empleo-, es por ello que medios de comunicación en especial la televisión, los anuncios espectaculares y todo aquello donde se combinan imágenes-sonido-palabras (algunas veces más, otras menos o con la ausencia de alguno de ellos) son esenciales para que una empresa, individuo o candidato se posicione en el “mercado”.

Sin embargo, algunas veces; empresas dedicadas a la investigación de mercados fallan en los formatos de estructura de un instrumento como lo es el cuestionario y no preveen o por alguna razón se les olvidan ciertos aspectos cuando se manda al trabajo de campo y otros aspectos en la labor de escritorio.

Reforma Política

Como lo comentábamos la semana pasada, la Reforma Política propuesta por el Ejecutivo Federal es un tema que esta a debate en círculos académicos, políticos y ciudadanos. Sin embargo, esta claro que no toda esa propuesta de Reforma es o esta pensada para “devolverle el poder a los ciudadanos”; lo cual para muchos y me uno a ello es un discurso manipulador, además de que no es totalmente ciudadana y que sin duda responde a los intereses que tiene Calderón para el cambio de gobierno que se aproxima y en el cual casi todos preveen que se tratará del regreso del P.R.I. al poder.
Sin duda, el objetivo general de la Reforma es garantizar la gobernabilidad en el país, misma que se ha estado minando desde hace muchos años, pero sobre todo desde que la actual administración le declaró la “guerra” al narcotráfico (en ese sentido hay que tener mucho cuidado con la comunicación de los mensajes y su interpretación porque puede resultar ambigua, como ejemplo tenemos una encuesta del periódico El Universal donde se nos señala que 8 de cada 10 mexicanos dicen que urge una Reforma Política porque es importante la Seguridad Pública); gobernabilidad que ha estado en duda desde que por estas fechas del año pasado desde el departamento de Estado salieran declaraciones de que nuestro país era candidato a ser declarado Estado Fallido. Así mismo, los procesos electorales y los políticos y gente allegada a ellos están poniendo su granito de arena para esa ingobernabilidad o tibia o póngale el adjetivo que desee.
En nuestro País urge una reforma –bueno varias de ellas- política, donde los ciudadanos puedan exigir y fiscalizar el ejercicio público de los políticos y de los procesos electorales; es por ello que a continuación presentaré unos datos del año 2008 producto de la encuesta de cultura política aplicada por la Secretaría de Gobernación:

- 52 % de los mexicanos están poco o nada satisfechos con la democracia en México.
- 66% de los mexicanos considera que las elecciones no son limpias.
- 9% de los ciudadanos tiene alto interés en la política.
- 8% de los mexicanos confía en la Cámara de Diputados y el
7% en el Senado.
- 4% confía en los Partidos Políticos.

Los anteriores son solo unos datos que nos muestran lo que los ciudadanos mexicanos opinan de la política en general, cosa que es muy importante reconocer y comenzar -desde la posición de los señalados- a recomponer si es que se quieren evitar reacciones negativas en un futuro próximo o inmediato. Con esto nos quedamos el día de hoy y que sirva al mismo tiempo como el antecedente para el análisis que viene en entregas próximas.

Sociólogo: Luis Enrique Reyes Elivar

Contacto y comentarios:

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LA POLITICA EN CRISIS

Las encuestas, los sondeos de opinión, los estudios sobre cultura política que se hacen en México y que hacen desde el extranjero lo dicen, los políticos y la política en México están desprestigiados y mucho.
La cuestión de la desconfianza, del desencanto, de la imagen negativa que tenemos la mayor parte de los ciudadanos viene por toda la praxis que sobre la política vemos a diario y descubrimos cuando hay venganzas entre los políticos que conocemos y los escándalos de corrupción que contemplamos en los medios de comunicación, los cuales no resultan nuevos para nosotros y es una tristeza porque en vez de que se eviten y se legisle y se aplique realmente la ley para castigarlos, se les premia con otros puestos en la estructura donde se hallen ya sea de manera vertical u horizontal.
Ya lo decía Max Weber, que el político debe tener la vocación de servir y de interesarse en los asuntos públicos, es por ello que se debe tener a las personas que son capaces para el trabajo político, en gran medida volvemos al debate griego sobre los que deben estar dirigiendo los destinos de muchos.
El desprestigio y desilusión de la política no solo se da en nuestro país, también en el extranjero se esta viviendo, ya sea por el incumplimiento de promesas –como el caso Barack Obama, el cual se encuentra impedido por las fuerzas opositoras y en alguna medida por las suyas propias de hacer los cambios requeridos- o por los escándalos sexuales, como el de Silvio Berlusconi en Italia, el autoritarismo del nuevo milenio encabezado por Hugo Chávez en Venezuela; por citar algunos ejemplos. En su lugar la prensa y el ciudadano medio se interesan más por algún escándalo de tipo personal de los políticos, como si fueran “artistas” de la televisión; en ese sentido el gobernador del Estado de México Enrique Peña o sus asesores lo han posicionado de esa manera al ser pareja de la señora Angélica Rivera, quizá en ese sentido va lo que viene en cuanto al posicionamiento de candidatos en nuestro país.
Todo lo anterior viene por el debate que esta generando la propuesta del actual presidente de la República para hacer una reforma política, que sin duda es muy importante y debe serlo, pero también se debe ser muy cuidadoso porque las leyes se pueden romper –cosa no rara en México- y entonces podría surgir algo muy diferente a lo que se pretende.
En los próximos artículos veremos más analíticamente los puntos que plantea tal reforma como la reelección de presidentes municipales y miembros del Congreso, así como la reducción de Diputados, las candidaturas independientes, etc; con el fin de saber y comprender lo que a nivel de estructura política y en el orden académico se esta debatiendo, para que nosotros como ciudadanos nos involucremos en eso que tiene que ver con nuestra vida diaria y que se llama política y su praxis.
Así mismo para que nuestros ciudadanos, desde el nivel que sea, llámese municipal, estatal o federal sean más participativos en esta incipiente democracia que tenemos que es la combinación de la democracia representativa con la democracia participativa, que en mayor medida se da la primera y un poco la segunda; en ese sentido debe haber espacios como este para motivar la participación, la opinión, la critica, la libertad de expresar las ideas por parte del ciudadano vendedor de licuados, de periódicos, del que va a la oficina, del estudiante, del que reparte volantes, del que da clases, de la señora que trabaja en los quehaceres del hogar, etcétera.