domingo, 12 de julio de 2009

SOBRE LA INTERNET

SOBRE LA INTERNET


La Internet es un medio por el cual podemos establecer distintas actividades, ya sea comunicarnos con familiares o amigos e interactuar con personas desconocidas –ya sean de nuestra misma nacionalidad o con extranjeros-, buscar información, realizar “movimientos” de carácter económico, estudiar en una universidad de manera virtual, entre otras actividades que son o serían normales y positivas; pero al mismo tiempo la internet resulta el medio idóneo para grupos terroristas de difundir sus actividades así como amenazas a distintos Estados o Países, códigos de actividades “disfuncionales” que invitan a otras personas a seguirlos, como el caso de un “manual” de anorexia que indica a las mujeres lo que no deben comer para verse muy delgadas, cómo fabricar bombas, videos que muestran actividades de otras personas con y/o sin su consentimiento, además de que podemos encontrar también cosas que resultan positivas para el aprendizaje y el descubrimiento, etc.

La Internet , es un medio de difusión que al mismo tiempo sirve como un medio de comunicación –en el sentido de que hace que dos o más personas se comuniquen, ya sea en tiempo real o en la virtualidad del correo electrónico- en las sociedades actuales, resultado de la llamada Globalización. Más allá de decir o buscar el origen de este instrumento indispensable en el mundo de hoy, lo que trataré de exponer aquí es un análisis de la internet, que contendrá entre otras cosas la resignificación y en algunos casos la creación de algunos conceptos que utilizamos en la interacción social real, tales como: “conocerse”, “platicar”, “enamorarse” (además de tratar de introducir la discusión de si se puede hablar de clases sociales dentro del mundo virtual), entre otros, que podríamos denominar de “tradicionales”; hasta la enajenación, en el sentido de convertirnos en el mismo instrumento que usamos como medio: el caso de los “chats rooms” o cuartos de charla; y el culto a la personalidad o la expresión de la necesidad de encontrar identidad dentro de un mundo en el que la imagen que se ve en el medio vale y es al mismo tiempo señal de que existe: el caso de los “blogs” y/ó el “my space”, así como el “you tube” (que en un análisis más a fondo no solo es utilizado para resaltar el ego de las personas ni su identidad, también se pueden ver mensajes políticos como el del actual presidente de E.U.A. el cual lo uso en su campaña política y discursos de personalidades del ámbito académico)

Además de lo anterior, intentaré poner en la mesa las implicaciones que esos instrumentos tienen en el mundo real, es decir, cómo esas experiencias contrastan con lo que se es y con las mismas relaciones sociales que se tienen.















LOS “CHAT ROOMS” O CUARTOS DE CHARLA


Los chats o cuartos de charla son el escaparate perfecto para establecer nuevas relaciones sociales y una manera de entablar comunicación con otras personas sin la necesidad de poner prejuicios por delante, como lo serían el aspecto físico, la dicción, el mal aliento, la percepción que se tiene de uno mismo, la clase social, el nivel cultural, la zona geográfica y el medio por el cual se comunica; por otro lado, tenemos una pequeña barrera que se viene a bajo dado que en internet se sabe dónde y con quién se quiere charlar relativamente hablando, es decir, se sabe porque se ven características que el otro dice que tiene, pero no se sabe si es verdad o no; el idioma –aunque el idioma no es tan importante ya que en esa mezcla multicultural de internautas, se percibe en algunos casos una mezcla de modismos y de regionalismos que fácilmente pueden ser identificados por el asiduo “ciudadano” de internet -y que se traduce en un nuevo código de lenguaje que es común a todos los usuarios.
En ese sentido, hablamos ya de una “nueva manera de relacionarnos” no solo con nuestros vecinos –literalmente hablando- sino también con nuestra ciudad y nuestro país entero, culminando con establecer comunicación con prácticamente todo el mundo (aunque si de verdad se desea comunicarse con medio mundo literalmente hablando se necesita hablar o conocer otros idiomas, básicamente el inglés). Al parecer resulta algo benéfico, puesto que nuestro sistema económico parece que nos induce irremediablemente a que todo sea así, porque si no fuese así seríamos los nuevos ermitaños de la internet y del mundo social real.
Regularmente nosotros elegimos la sala de chat a la que deseamos ingresar, ya sea en un espacio que resulta ser público –tal es el caso de paginas como: hotmail, yahoo!, latín Chat, el chat; entre otras de gran popularidad- y otro que podemos llamar de carácter privado como los chats que crean personas que tienen o dicen que tienen, o creen tener algo en común como músicos, seudo-intelectuales, grupos de darketos, skatos, skinheads, gente dedicada al deporte, entre muchos otros ejemplos; y los chats de paginas que se especializan en temas o que son miembros de una comunidad que tiene que ver con la realidad social que viven, como ejemplo tenemos los foros y chats de las versiones “electrónicas” de las revistas que son más populares y que pueden rentar un espacio en la Internet- aunque es relativo, ya que hay muchas revistas que podemos considerar como alternativas las cuales tienen más posibilidades de ser vistas y difundidas-.
Es en el momento de entrar a dichas páginas o página que hemos elegido, cuando actuamos de una nueva manera ante nosotros mismos –subjetivamente: nuestra intimidad y nuestras percepciones de lo que somos o queremos ser se expresan-, pensamos y elegimos nuestra nueva identidad –aunque hay que resaltar que, así como hay personas (la mayoría) que cambian su nombre e/y ó identidad; hay otras que prefieren conservarlos porque de alguna manera creen poder encontrar a alguien que diga la verdad, aunque resulta imposible escapar al anonimato de la internet -en ese sentido, tendemos a mentir con respecto a todo-
Una vez dentro de la sala, nos perdemos en ese mundo donde hay textos escritos con el formato estándar de esas salas –regularmente letras negras con letra que parece formato arial- y la mayoría tienen distinto tamaño y forma, al igual que distinto color; así también hallamos figuritas que pretenden comunicarle al otro u otros nuestro estado de animo, nuestra personalidad o lo que queremos sin “decir” – ó escribir- palabra alguna.
Los que son tímidos en el mundo real se vuelven parlantes, se des-inhiben, los que son muy sociales se pretenden serios y maduros. En fin, nos encontramos ya en la simulación en nuestra forma de “vivir” nuestra nueva identidad y así es como nos comenzamos a relacionar con el o los otros, inventando o exagerando pasajes de nuestra vida que igual y pueden ser reales pero que pretendemos maximizar para ganar la atención - la mayoría de la gente entra a los chats esperando encontrar a alguien que guste un encuentro ocasional sea del tipo que sea, o encontrar su “otra mitad” en el sentido romántico-. Ahí hasta cierto punto, parecemos niños queriendo ser atendidos por nuestra madre, es decir, intentamos llamar la atención; queremos ser “alguien” importante y no el mismo de siempre el que quizá en la vida real sea un ocioso sin futuro prominente o alguien que no pudo ser lo que pretendió en algún momento de su existencia.
La gente que se reúne en tales salas son de edades diversas no importando la condición o clase social, ya que uno esta seguro que es solo un encuentro casual y por lo tanto efímero, es en este punto donde cambia la relación social convencional y lo que decía al inicio de este epígrafe, no importa tanto lo demás, tu ser en la practica social sino lo que podemos “hacer” o “platicar” en el momento y dado lo anterior la platica gira en temas cotidianos y superficiales –producto en buena medida del sistema económico en el que vivimos, es lo que yo llamo: “valores capitalistas” en la relación social-; pero ojo, si nuestra intención va más allá de la virtualidad: como el conocerse para establecer una relación sentimental o laboral o simplemente de amistad. En ese caso todo cambia y preferimos “hablar” con la verdad, ser sinceros porque tenemos la incertidumbre de que algo puede salir de la situación si no somos sinceros.
Para la gente que tiene sus primeras experiencias en los chats es difícil al principio acomodarse en su nueva situación, pues casi siempre quiere y pretende estar “conectado” para encontrarse con sus amistades o su novia(o) virtual, considerando la internet como su nuevo espacio de interacción social, dejando muchas cosas en el mundo real, con el extremo de llegar a ser un ser encerrado en su cuarto o en el lugar donde tenga su computadora y quedarse ahí para no perderse de nada en el que considera un mundo donde encuentra lo que busca: una significación nueva de la vida, de su identidad y de lo que quiso o quiere ser, nos encontramos con un ejemplo de anomia, de un ermitaño moderno, afectando su vida social en general y su percepción psicológica en particular.
Es por eso que algunas veces encontramos gente que nos resulta extraña, muy soñadora e infantil en sus descripciones de la realidad – no quiero decir que la mayoría de casos clínicos sicológicos sean por ello-, tenemos ejemplos como las matanzas en las escuelas públicas de los Estados Unidos de Norteamérica, donde los atacantes se creen superhéroes o protagonistas de sus propias historias, que nacen de la imaginación de grupos específicos que tienen esas ideas acerca del mundo o de otros grupos que consideran antagonistas y que se encuentran en internet o en su vida real.
Regresando al chat, en él encontramos que el código lingüístico que pretendíamos medio conocer en nuestro contexto de ciudadanos de un país, no sólo cambia, sino que es distinto y que diariamente se va modificando y reinventando como todo en la actualidad –como la moda y el consumo propios del capitalismo avanzado-, como el ritmo de internet es como en la vida real: rápido, hallamos que todo el lenguaje aparece recortado o contraído, “decir” mucho en pocas “palabras” o caracteres es lo primordial –no tenemos mucho tiempo, lo que Alvin Toffler llama transitoriedad y Bauman Líquido-; en ese mundo nos olvidamos de las reglas gramaticales –bueno los que no pertenecemos a esa generación que cuando nacieron ya había internet y demás “gadgets” intentamos preservar esas reglas- y de valores como el respeto y la tolerancia al escribir o referirnos a otra persona – casi siempre veo que hay internautas que todo el tiempo que están en una “sala” lo único que hacen es insultar a los demás y así se la pasan hasta dos horas; como que en ese sentido todos nos uniformamos y como visualmente no tenemos edad aparente, todos nos “tuteamos”, por fin se hace realidad un sueño de muchas mujeres y algunos hombres: ser joven a pesar de tener una edad avanzada.
Además de lo anterior y a pesar de eso, hallamos que fácilmente se puede percibir el “nivel” cultural de la otra persona, ¿cómo? : pues por la forma de escribir –en muy contados casos, como lo describía líneas arriba- y sobre todo en la articulación o conexión de ideas del discurso que se usa para comunicarse, además de que en algunos casos la gente quiere hacer gala de los idiomas que domina –o pretende dominar- y te “habla” de manera bilingüe o más allá. De ahí se desprende otra cosa que podemos deducir a partir de ese discurso: la clase social.
La clase social se percibe en el momento en que el “otro” te define su visión del mundo social en el que vive, es decir, te platica las cosas o actividades que suele hacer, qué suele comprar o lugares a los que ha ido o que pretende ir, si tiene coche o no; al hablar de marcas, de visiones a corto y a largo plazo, del lugar donde vive, etc. Lo anterior es en parte cierto y en parte no, y aquí esta lo interesante, lo ambiguo y además lo complicado de entender el mundo social de la internet; como desde el principio es anonimato, no sabemos si se nos dice la verdad (aquí es interesante decir que es extraño que este medio sirva para enmascarar la realidad y nuestra propia identidad, porque en principio se supondría que al ser anónimos tenderíamos a decir la verdad ya que no estamos siendo identificados, por lo tanto tendríamos más confianza en decir las cosas que hacemos y de decir el tipo de personas que en realidad somos). Aunque creo que tendemos a mentir por una razón: el sistema económico en el que vivimos, ¿porqué? : porque ese sistema nos “dicta” lo que debemos hacer para “ser” parte de el, para “sentir” que somos parte del todo, que cada día nos agrede con la idea de que tenemos que ser funcionales en todos sentidos e iguales a la mayoría y consumir todo lo que nos proporciona, si no seremos partes indeseables para todos, en el sentido de que resultaríamos “raros” a los ojos de los demás. Es o sería por esa razón que al estar frente a otro tendemos a exagerar nuestra situación social y en parte nos ponemos a mano sicológicamente, porque sabemos de lo que carecemos y lo que tenemos; además si el otro nos dice algo sobre el y pensamos o creemos que es más que uno recurrimos a la mentira y a exaltarnos, engañándonos a nosotros mismos – de ahí que considere que el chat, los blogs, el Hi5, Facebook , el my space y el youtube (eso en la mayoría de las personas, ya que esos instrumentos son usados también por artistas serios, académicos, etc) son instrumentos para reafirmar el ego, además para “saber” quiénes somos, es decir, se carece de identidad o no se esta seguro de ella; y para sentir que existimos; puesto que el día de hoy lo que se ve es lo que se privilegia y por lo tanto lo que existe, si no te ves no eres-.
Todo ello –mentir o no- se da en diferentes circunstancias del “chateo”, si solo es una “platica” superficial, se percibe el animo de bromear, de engañar, pero si la platica va más allá de estar en el “chatroom” general y se da el paso siguiente que es el llamado “privado”, entonces podemos percibir otra manera de “hablar” del otro y de sí mismo; y es cuando comenzamos a plantear la realidad de los hechos referidos por el otro como reales o no. En esa relación micro en la internet se descubre la intención del otro , si quiere jugar o un encuentro casual o si desea romper las barreras del mundo virtual y llegar a la vida social real del otro.

MY SPACE, HI 5,FACEBOOK, BLOGS Y YOU TUBE

Distintos en nombre, un poco en formato, en distribución; pero iguales en cuanto al objetivo no explicito de exaltar el yo, el ego (aunque en YouTube no se llena un formulario como en los otros sistemas, al menos no lo he visto). De hacer que se sea alguien dentro de la maraña difusa de la Internet. El objetivo es –dicen- establecer “redes sociales”.
Antes de continuar, debemos aclarar que todas estas herramientas ofrecidas por la modernidad son necesidades creadas por la misma dinámica capitalista de consumo y de valores económicos que permean a la sociedad.
Estás modalidades de difusión de las actividades de los usuarios, son esencialmente -bajo el ojo crítico- herramientas para apoyar al internauta a alimentar su ego, a mostrar poder y estatus (social y de consumo), a mostrar los beneficios del capitalismo y de pertenecer a cierto grupo social.
Si vemos detenidamente los llamados perfiles de cada usuario, nos damos cuenta que buscan diversión, amigos y/o relaciones fugaces de diversa índole, así como tratar de hacerse ver como “diferentes” de no ser siempre los mismos –aunque contradictoriamente se ven iguales en ese mar de opciones- y de “crear” en ese espacio el mundo que no tienen y que pretenden en la imaginación; además de no dar a conocer su edad –en algunos casos-, dado que la edad resulta ser un tope social para relacionarse con otros, ya que si tienes determinada edad la gente duda si seguir la charla o contacto o prefiere abstenerse de ella. Son como una base de datos que cualquier agencia de seguridad se ahorraría.
De este tipo de espacios han surgido “artistas” que graban discos y saltan a la fama literalmente de la noche a la mañana – al igual que en los reality shows-, pero también ha surgido miedo en nuestro país con motivo de los secuestros, dichos espacios han servido a grupos delictivos para establecer lo que podríamos llamar una agenda de personas latentes para ser secuestradas; en México en un programa transmitido un domingo por canal 40 en televisión abierta – el espacio de el universal tv- entrevistaron a dos jóvenes – hombre y mujer- que hacen uso de estas herramientas de comunicación y les advertían del peligro que corrían por dejar sus datos en sus “perfiles” y más aun fotos de sus familiares y amigos más cercanos, lo cual no les impacto mucho y lo único que dijeron fue que solo las personas que ellos autorizan para ver sus perfiles son las que pueden entrar a sus paginas personales – fue el caso especifico de Facebook y Hi5-. En ese sentido hallamos que algunos diputados federales de México tienen su Hi5 y solo por este medio permiten contacto con otras personas pues tienen miedo de secuestros virtuales o psicológicos por medio del teléfono celular.
Casi en todos los perfiles de estos espacios –YouTube no- encontramos lo básico que es nombre, edad, sexo, lo que pretende encontrar o buscar; fotos qué poner para poder ser “visto” y unos espacios creados específicamente para escribir todo lo que quiera –hasta cierto limite- acerca de sí mismo y poder encontrar “amigos” en común con sus gustos y formas de socializar y recrearse –lo anterior con sus bemoles ya que no siempre es así y por el contrario se hallan perfiles falseados o exagerados-.
Encontramos fotos variadas de los actores sociales de Internet, que van desde las que podríamos catalogar como serias hasta las que sugieren posiciones “sexys”, las fotos que exhiben parrandas, lugares visitados –una especie de kitsch-, amigos, etc; en general una actitud ego centrista y que recalca el yo y el consumo de estatus.
En la experiencia de la observación participante en varios café Internet me he percatado que las personas – por lo menos públicamente- que hacen uso de estas herramientas en demasía son adolescentes de unos 13 años hasta jóvenes de 24 años; claro que la estadística se amplía si hiciéramos una encuesta en una población X, ahí nos daríamos cuenta que ya desde más pequeños hacen uso del Internet y también en edades más avanzadas; además de que no es de uso exclusivo de estas edades, lo que quiero dar a conocer es que entre estas edades oscilan los usos insistentes de estas herramientas para encontrar relaciones amorosas –en un número considerable- o para darse a conocer al mundo, que sepan que existen.
Detrás de esos usos encontramos una vez más al sistema social actual capitalista, el cual se halla en todos lados; hoy día todos quieren “ser”, todos quieren contar su propia historia, todos quieren ser marcadores de la pauta –cada uno en la individualidad y en su lógica de que otro no piensa igual que yo-, y eso es causa de los valores económicos que nos llevan a desdeñar a los demás; en ese sentido hallamos dentro de esos espacios la discriminación y exclusión social orillando a los usuarios a entrar en las nuevas reglas de ese mundo virtual por la puerta de la mentira disfrazada de moda. Por ello el usuario es forzado a entrar en ese mundo con una fotografía de sí mismo –idealmente ya que hay personas que no ponen nada como si estuvieran haciendo un boicot de tal sistema-, en este sentido el teléfono celular que toma fotos y carga música es un aliado del mundo virtual y una extensión del mismo, ya que en donde quiera que estés puedes tomar una foto para poder subirla rápidamente a ese exhibidor y poder así, actualizar tu perfil; ya que como el tiempo pasa más rápido que en la realidad muy pronto te verás rebasado y los otros no podrán hacerte un comentario; el cual no importa si es positivo o negativo ya que a fin de cuentas lo que se busca es que los otros te vean, te reconozcan, conozcan y así legitimar tu personalidad y tu sí mismo.
Así también, en esos espacios hallamos a gente que hace uso de esas herramientas para informar a los otros, sea de temas de política, música, paisajes, ecologistas, comic´s, informaciones de culturas “alternativas” -punks, skatos, skinheads, etc.-, o de culturas de otros países. Todo ello es menos frente a lo que señalamos antes, sin embargo, no hay que olvidar que el medio de la Internet no necesariamente nació para culturizar o ser transmisor de educación o de lo que es moralmente bueno –como se puede pensar en el caso de la televisión-; pero, si debemos poner en la mesa de discusión que al ser un lugar de diversas opciones, hay infinitas oportunidades para ser y hacer; además de señalar que todo gira en el comercio y en el consumo básicamente –tenemos el mundo virtual de Second Life -.
Pensando un poco en la teoría de la conspiración, imaginemos qué tanto la publicidad de que en esos espacios virtuales han salido algunos de los actuales rock stars, serán solo estrategias para que en su mayoría los adolescentes y jóvenes no abandonen el uso de esos espacios o lugares y consecuentemente atraigan a más personas, sustituyendo a las que ya no se reconocen ahí; para mantenerlos con la esperanza de que ellos pueden ser los próximos artistas mundiales descubiertos en el “anonimato” de la Internet?. Pensemos lo anterior como un Reality Show tipo la Academia –no tal cual por supuesto-, donde cualquiera puede ser esa nueva “estrella” y sobre todo que todos podemos acceder a ella de manera “democrática”; ya sea en la música o en otros temas, donde lo que importa es que podemos ser. Dado que por la dinámica social actual todo resulta ser rápido y efímero, los que dirigen estas redes sociales deben mantenerlos cautivos de alguna forma. Puede ser que no, pero no hay que descartar lo anterior; hay que recordar que solo estamos imaginando.
Lo anterior en cuanto a los espacios de redes sociales, pero nos falta ver el YouTube.
En este escaparate, lo que siempre se puede ver son videos y más videos. Como en los casos anteriores, hay muchas expresiones en ese espacio; expresiones de jóvenes y adultos de todos los rincones del planeta –que tengan conexión a Internet por supuesto- que le muestran al “mundo” lo que son, lo que saben hacer, lo que sienten, lo que anhelan, las ideologías de las que son transmisores-propagadores, etcétera. Al mismo tiempo hallamos videos de grupos terroristas, de narcotraficantes, de gente que resultaría ser “desviada” en actividades que atentan contra la moral y buenas costumbres de algunos otros. También resulta que en él podemos encontrar denuncias, quejas contra alguna institución gubernamental y también videos de actos xenófobos, entre muchos otros de diferente contenido y en diferentes idiomas. No esta del todo regulado, porque si fuera así no habría conocimiento de tales videos ni manifiestos, en su mayoría los videos son realizados por gente común que anhela que lo vean, que lo descubran; todas la herramientas que hemos descrito antes tienen eso en común: dar seguridad, identidad y significado de sus vidas a los que los usan; ya que la rapidez del proceso social se esfuma cada segundo.
En cuanto a elecciones, hallamos que Internet se esta tomando en cuenta para realizar campañas políticas, en el aspecto de spots, como lo hizo el actual Presidente de Estados Unidos de Norteamérica, en ese sentido en México con la reforma al COFIPE Internet se va a convertir en el nuevo escaparate de las campañas políticas y sobre todo de la denostación de candidatos y partidos políticos, en específico el YouTube. En esa materia encontramos que la legislación debe voltear a ese espacio ya que aun no hemos hecho los correspondientes análisis de riesgos y ventajas que va a conllevar ello.
En ese sentido también hay que señalar que por los delitos antes señalados y por otros a los que pueda dar origen ya se están llevando a cabo acciones para tratar de evitarlos y para castigarlos en países europeos y en E.U.A.
Finalmente, debemos ver a la Internet no como un monstruo que se come todo, ni tampoco como el causante de los males que aquejan a nuestra sociedad, hemos visto que sirve también para muchas otras cosas que resultan positivas; lo único que se debe hacer o que deben hacer las autoridades es regular su uso y crear leyes que contemplen los delitos que se comenten por ese medio –si es que se puede y debe-. Así mismo, nosotros como usuarios tenemos que establecer seriamente el para qué la utilizamos, cómo y ser responsables con el uso ya que es cierto en la internet somos libres, pero hay algunos –la mayoría- que lo ven más allá de la libertad y se convierte en libertinaje; además debemos ser críticos ante lo que vemos y frente a la información a la que accedemos ya que información es poder, pero no toda información es verdad y la Internet es solo un instrumento, un medio.

Contacto: djkady@hotmail.com
Luis Enrique Reyes Elivar egresado de Sociología UAM – Azcapotzalco.

Estos avances de mi texto son parte de un análisis más grande que pretendo realizar, debido a ello aún no hay conclusiones ni la referencia a otros ítems que trae consigo el tema y tampoco referencias bibliográficas.

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