Problemas para la Democracia Estatal y Municipal.

A nivel global, nuestro país esta siendo rehén de grupos de presión que han llegado a infiltrar al Estado y los partidos políticos, y es en parte por ello que vemos a diario la violencia asimilada y permitida socialmente; tanto de sangre, heridos de muerte, como la visual en cada anuncio espectacular, en los programas de televisión y en nuestro lugar donde vivimos.
En ese sentido, es necesario que la sociedad en general genere una nueva forma de relacionarse con las instituciones políticas y sociales, ya que el país esta cambiando debido a los embates de la globalidad y de los riesgos o consecuencias asociadas a la segunda modernidad o posmodernidad. La cultura política que nos permea esta asociada al sometimiento material o físico, que se hace más grande con el sometimiento ideológico, el ejemplo de que la sociedad organizada es poderosa y en ese sentido se ejerce la ciudadanía plena si lo miramos desde el punto de vista de la democracia; es el caso de los países árabes como Libia, Egipto, etc. Que si bien es cierto no hay punto de comparación con los países de occidente y más con los latinoamericanos, es cierto que son un ejemplo para nuestras incipientes y no desarrolladas democracias, donde el ciudadano espera solo la relación lineal de estructura vertical que siempre hemos padecido y de alguna manera querido tener.
Si extrapolamos lo anterior al nivel Estatal y municipal, pasa lo mismo; rehenes de los programas o limosnas que dan los partidos políticos en el poder o en época electoral, donde se acuerdan del ciudadano solo para llevarle migajas a la puerta de su casa disfrazados como ejemplos de una nueva manera de gobernar, maneras que han estado presente en el Estado de México por lo menos los últimos setenta años.
El nivel municipal, como lo decíamos líneas arriba; no escapa a ello y si ponemos atención en los municipios como Atizapán de Zaragoza y Tlalnepantla, tenemos que son dos municipios que en este momento tienen problemas institucionales, tanto en los temas de rendición de cuentas, ejecuciones con vínculos al crimen organizado, asesinatos de mujeres – mal llamados feminicidios -, corrupción, coacción de ciudadanos en materia de derechos humanos, promesas ó - como se dice ahora que esta de moda la pre pre campaña de Peña - “compromisos” incumplidos o simulados y gastos excesivos en compra de despensas para mantener cautiva y atada a un buen número de habitantes de estos dos municipios importantes en cuanto a la actividad industrial y comercial.
Las llamadas de atención no solo las centramos en los gobiernos, sino también en las fuerzas político partidarias que “representan” a la ciudadanía, donde sus practicas se acercan más a lo que aborrecen que a una búsqueda efectiva de democracia en el sentido estricto del término.
Hace unos días un amable lector me hizo unas preguntas referentes al empoderamiento del ciudadano y su deber en la construcción de una manera diferente de serlo, estoy aún en la construcción de ese argumento, sin embargo esta es una primera aproximación a la relación entre Estado y Pueblo.

Luis Reyes, Sociólogo.